¿Quién más quiere alcanzar sus metas sin ser su propio obstáculo?
Feb 01, 2024La cruda realidad
Es deprimente llegar a fin de año y ver que se quedaron pendientes muchas de tus metas, “por veinte razones”, cuando me pasa esto, recuerdo las palabras de mi maestro de civismo:
“El camino del infierno está empedrado de buenas intenciones”
Quieres sacarte la espina y cuando comienza el año, entusiasmado, haces nuevos propósitos, la mejor de las intenciones para mejorar tu salud, las relaciones que te importan, ahorrar dinero. He querido aprender francés, dejé el curso por la pandemia, ¡hace más de dos años!
Pero ¿dónde quedaron las intenciones -y metas- del año pasado?, ¿cuáles cumpliste?, ¿cuáles se quedaron pendientes? En el peor de los casos, ¡no te acuerdas ni cuáles eran tus objetivos! “Total” dirán algunos, a mí es al que me afecta y no le debo rendir cuentas a nadie, ¿cierto?, FALSO. El peor engaño es contigo mismo, como mi aprendizaje de francés.
La realidad es que muchas veces no las he puesto por escrito, cuando es el mejor camino para tenerlas visibles y recordarnos lo que valoramos. Escucharnos es el primer paso, ¿es esa meta mía o me la ha impuesto mi mundo?
“No hay peor sordo que el que no quiere oírse”.
La mayoría de la gente, se lamenta de no avanzar por causas externas, eso es un error.
¿Cómo pasar de la intención a la acción?
No te puedes engañar. Podrás culpar a tu herencia de ese sobrepeso, el mal carácter o simplemente a que “todos lo hacen”. Justificar tu falta con un mexicanísimo “qué tanto es tantito” o “mañana empiezo”. La cuestión es que el tiempo no perdona y pasó un año más, sin avanzar en lo que te importa. Cuando reflexioné sobre esto, me inscribí en Duolingo, comment ça va?, llevo una racha de 37 días.
Parte del problema es nuestra definición de éxito y pensar que eso nos hará felices. Siempre está al final del camino: cuando sea grande, cambie de carro, me aumenten el puesto, compre una casa y así vamos postergando, pensando que un logro nos dará esa felicidad, como en los cuentos: “Se casaron y fueron felices para siempre”, ¡cuando en realidad es a partir de ahí que empiezan los problemas!
Buscando soluciones.
Cuando las metas vienen del interior de ti, la realización la encuentras en cada momento. Por ejemplo, veo a mi hijo dibujar, hacer animaciones digitales, con la música que le gusta, realizado. Él es feliz de hacer lo que le gusta, resuenan en él la curiosidad y creatividad. Por supuesto que estará muy contento al terminar y ver todo el esfuerzo culminado, así funciona nuestro cerebro, secreta hormonas que nos dan satisfacción cuando logramos algo.
Intención + Acción = Logro
Modelo 4D.
Ahora hagamos un “zoom” a la persona, consideremos todas las dimensiones de ella. En la primera columna están los elementos de la persona y el primero de ellos es el fuego (*), donde se lleva a cabo la intención, ahí está la conciencia. Entendamos por conciencia la capacidad de vernos a nosotros mismos, entonces no puedes decir que “nadie te vio pasarte el alto”, te viste a ti mismo hacerlo.
En la tabla primera imagen vemos los dos grandes pasos que te llevan de querer hacer algo a realmente llevarlo a cabo, de la intención a la acción.
En la conciencia está la voluntad, aquella libertad espiritual de ejercer tu capacidad de decisión, como diría Viktor Frankl. ¡Qué importante es reconocer el espíritu humano en cada acción que llevas a cabo! Aquí está la intención y tu actitud de crecimiento, el querer.
En la intención también se encuentra la mente, la imaginación y la capacidad de reflexionar (muchas veces derivada de tu propia conciencia). La mentalidad que tienes hacia las situaciones, los problemas, las personas, cómo tomas los fracasos, aceptas nuevas ideas, la forma en la que conversas (o discutes) y la calidad de tus relaciones. La mentalidad y actitud en la que te paras en la vida.
Cuando tomas conciencia de todas las dimensiones, tus capacidades, lo que te hace único, caes en la cuenta que no eres tu puesto, eres mucho más de lo que haces. Para ser mejor líder, atleta, padre de familia, debes ser mejor persona.
Reconocer tu humanidad, pensamientos, emociones, acciones, te conectarán contigo y verás que todo empieza a fluir mejor. Un nuevo día, una nueva oportunidad.
El éxito, muchas veces, es definido por tu entorno. Cuando tu mundo es comparación con otros, corres para obtener lo mismo o más. Acabarás quemado, quejándote de que no salen las cosas, cuando es porque no estás alineando tu espíritu, lo que valoras y resuena contigo. Alguien te impuso metas que no son tuyas. Creíste que al lograrlas serías feliz y fue mentira.
“Cuando sea grande, acabe la carrera, me compre ese carro, me case (aunque para muchos ahí comienzan los problemas), compre una casa, cambie de trabajo, entonces, seré feliz”. En otras palabras, cuando logre (x) me realizaré. La realización es hoy, lo que llamas éxito es ahora. El logro es vivir tu presente, el único momento en el que estás vivo.
La conciencia tiene un precio y es darte cuenta de la forma en la que vas a alinear, lo que te hace sentir vivo con tus nuevas metas y propósito de vida.
Siguientes pasos.
Revisa cuáles son tus verdaderas metas. (Deben encender el fuego de tu espíritu).
Reflexiona de qué manera te has puesto a ti mismo como obstáculo en el pasado, como mi aprendizaje de francés. Necesitas espacio, silencio, sin distracciones, para tener esa conversación interna.
Estas metas deben emocionarte y hacerte sentir vivo y pasar a la acción para realizarla.
En los próximos correos, estaremos hablando de los sistemas probados que llevan a conectar los puntos de todos tus elementos y tengas un sistema de apoyo para lograr las metas que te propongas.
Muchas gracias por leerme y espero este año sea de Paz, Salud y Felicidad para ti y los tuyos.
Nos leemos pronto.
Paco Ortiz
P.D. Creo que no he comentado recientemente el sitio de mi Blog Social, ahí se encuentra mucho de lo que publico en línea, puedes verlo aquí.
(*) El modelo de los cuatro elementos de Karla McLaren, o cuaternidad, donde la tierra es el mundo físico y tu cuerpo, el aire es tu reino mental e intelectual, el agua es tu reino emocional y artístico, y el fuego es tu reino visionario o espiritual.
Aprende a dar retroalimentación efectiva
Evita que te explote el problema. Guiar a tu equipo no siempre es cómodo o fácil.
Aprende a tener esas conversaciones difíciles.