13 Maneras Efectivas de Evitar la Asfixiante Microgestión.

La velocidad está sobre valuada.

Si no contestas un chat, te disculpas “por haber contestado hasta ahora”, cuando solo fueron unas cuantas horas para responder.

El jefe manda mensajes todo el tiempo, cita a juntas de urgencia, te hace sentir ansioso si no has respondido ese correo. Te eres el que devuelves la respuesta más rápida de correos y chats y ¿qué obtienes? ¡Más correos y más chats!, tu jefe es listo y sabe a quién encargarle más trabajo.

Si estás enfocado solo en resultados, no dejas trabajar, manejas cada detalle del proceso, verificas en dónde está cada uno, acabarás muerto de cansado. El micro manejo es un error, tiene efectos contrarios a los que persigue. La gente se agota, se acumula el resentimiento.

Este tipo de comportamiento en el fondo es miedo. El miedo se refleja como falta de confianza. Sin confianza en tu equipo, estás perdido, porque acabarás trabajando más horas, quemado, sin ideas y eso provocará más tensión, en ti, tu equipo y tu familia.

Así como los árboles requieren espacio para crecer, captar luz y dejar que crezcan sus ramas, la gente también requiere aire para ponerse de acuerdo con otras áreas.

La prisa es enemiga de la reflexión, de las buenas ideas.

“En la prisa no hay amor y en el amor no hay prisa” Rafel Calbet.

La creatividad surge en ambientes donde las personas no se sienten perseguidas. Esta creatividad permite aumentar 10X los resultados en muchos casos, son las ideas que generan más valor. Interrumpir constantemente no permite un trabajo profundo y reflexivo.

Si dejas tiempo para que la gente desarrolle los proyectos, te van a entregar más y mejores avances de las actividades que tienen a su cargo.

¿Cuántas veces has tomado una ruta equivocada por la falta de paciencia?, la consecuencia acaba siendo, más dilación en llegar a tu meta. 

Es más importante el sentido que la velocidad.

8 consejos si la velocidad te está llevando al cuadrante de micro manejo de la gente:

1. No empieces la mañana sin anotar con claridad, cuáles son las prioridades para ese día.
2. Teniendo claras tus prioridades, define 3 importantes para el día de hoy y enfócate en una a la vez.
3. Sabiendo qué actividades tienen tu concentración, delega tareas que no sean relevantes. Acompaña a la persona asignada, revisa qué obstáculos encontrará y educa a tu equipo. Muévete al cuadrante de mentor.
4. Tu ambiente de trabajo debe ayudar a evitar distracciones. Apaga el celular si vas a estar ocupado una hora, eso te ayudará a hacer trabajo significativo y reflexivo.
5. Regresa a tu respiración, eso te ayudará a estar en contacto con tus emociones. La ansiedad es reflejo del miedo, identifica la causa y deja que te ayude a concentrarte.
6. Establece puntos de control. Delegar no significa soltar al 100%. El seguimiento y la perseverancia es clave del éxito.
7. Cuida de ti mismo. En todos los aspectos, físico, emocional, de relaciones, espiritual. Eso te ayudará a cultivar la paciencia y reflexión.
8. Sé compasivo y amable contigo mismo, crea tus propios comandos de conversación interna. Por ejemplo, en lugar de [se volvieron a equivocar], mejor piensa: [revisaré si no fui claro con la petición]

Busca el equilibrio:

Lo ilustra muy bien Roberto Ferraro. Todos los excesos son malos y encuentra el balance que tu equipo necesita.

Si tu jefe te asfixia con el micro manejo:

9. Sé proactivo. Mantén constante comunicación y anticípate a las necesidades que él pueda tener.

10. Toma pequeñas decisiones, eso demostrará a tu jefe que te tienes confianza y eres capaz, para esos retos y otros más.

11. Si te equivocas en algo, llega con plan para remediarlo. La libertad implica fracasos que se convierten en aprendizajes.

12. Si te sientes poco valorado, muestra tus logros sin alardear.

13. Pide retroalimentación de vez en vez. Siempre agradécela, no importa la forma en la que lo comuniquen. No tomar las cosas de forma personal, es un superpoder.

De esta forma, tendrás más tiempo para los proyectos y actividades que solo puedes hacer tú. El crecimiento de tu equipo, también es tu crecimiento. Dedicarle tiempo a apoyar y desarrollar a las personas que están contigo es una responsabilidad de todo líder.

Los líderes inolvidables son aquellos que te dan un consejo o hacen una observación que te ayuda a ver “tus lados ciegos”. Sobre todo los que lo hicieron de una forma amable y con la mejor de las intenciones.