Cómo despreocuparse en situaciones complicadas.

 

No tienes que ir a que te lean la mano, tampoco la taza del café.

 

Existe una forma de llevar adelante estos retos.

 

Es normal estar preocupado por el futuro, aprensivo incluso.

 

La vida no se desarrolla de acuerdo a tus planes. Muchas veces hay sorpresas y no siempre son agradables. Es mejor adaptarse y no forzar las cosas a nuestra manera de pensar.

 

La mente, el ego, nos puede jugar una mala pasada. Es mejor rendirse a las situaciones externas y fluir.

 

 

Enfoca tu actuar en lo que puedes controlar: tu carácter, en lo que eres fuerte.

 

Pasar a la acción tiene sus propias recompensas. La satisfacción de hacer las cosas de acuerdo a nuestra personalidad, pensando también en el bien común.

 

El mejor consejo a seguir aquí es: ¡Conócete a ti mismo!

 

 

Es lo que te da un sentido de pertenencia y autenticidad, podrías decir: “así es mi forma de ser”, por ejemplo, me encanta conectarme con la naturaleza o tengo un amor por aprender nuevos conocimientos.

 

Hay un sentimiento de emoción al mostrar tu fortaleza de carácter, particularmente al inicio se aprende muy rápidamente, a medida que los temas se unen a tu carácter y se practican se da un sentido de quererla usar más tiempo.

 

Mientras más usas tu carácter, se da un sentido de epifanía. En el ejemplo arriba mencionado, mientras más estudias, más ganas de aprender te dan, te da energía.

 

Cuando se usa la fortaleza de carácter, se alimenta el entusiasmo, la motivación y el anhelo de ponerla en práctica.

 

Además de resultados satisfactorios, el uso de nuestro “verdadero ser”, tiene sus propias recompensas: estás parado sobre ti mismo.