¿Qué hace la gente exitosa de forma diferente?

Un auto deportivo avanza sobre una avenida de un vecindario lujoso de California. Su potente motor desacelera y las llantas rechinan para detenerse enfrente de la acera de la casa de Jimmy. “The Wolf” toca el timbre.

-The Wolf vestido con un impecable smoking checa una tarjeta y pregunta: “Jimmy ¿verdad?, ¿es esta tu casa?”

-Jimmy: Seguro que lo es.

-“Yo soy Winston Wolf, resuelvo problemas”

-Jimmy: Sí, eso he oído.

En 18 segundos, Quentin Tarantino en la película de culto “Pulp Fiction” (“Tiempos Violentos”), nos enseña un personaje que quisiéramos tener todos en nuestro equipo de trabajo. Alguien que resuelve problemas. Hace un diagnóstico, acepta sus restricciones de recursos y tiempo y se pone a trabajar.

Enfocarse en la solución es una elección y una responsabilidad.

¿Cuántas veces llega un colaborador a quejarse, hablar mal del cliente, del compañero, de la falta de presupuesto, etc…?

Las personas que progresan se enfocan en la solución, no en el problema.

Quejarse es el camino más largo del logro.

¿Cómo si?

Empieza por preguntarte ¿Como si se puede [resolver esto]?

Es el primer paso para encontrar una solución efectiva.

Muchos de los problemas han existido en el pasado, revisar posibles soluciones es una opción, no tenemos que inventar todo desde cero. Obtener otras opiniones de áreas diferentes ayudaría. Cierto que cada circunstancia es diferente y el mundo cambia muy rápido. El pensamiento flexible es un valor en las situaciones personales y profesionales.

No siempre tienes todo el tiempo para tu toma de decisiones, es un factor de oportunidad.

Comprar un carro antes de que suba de precio. Contratar a alguien que es importante para el éxito de tu negocio. Hasta la decisión de casarse pasa por una ventana de tiempo, conozco tías que dejaron pasar candidatos y las ventanas no volvieron a abrirse.

Tampoco es necesario que cuentes con todos los recursos. Muchas soluciones parecen no factibles al inicio y acaban siendo innovaciones importantes y mejoras. Recuerda que las restricciones son tus amigas: tener fechas para entregar proyectos, hora para presentar un examen, tiempo para preparar una presentación o un partido del equipo.

La agenda de los jefes está llena de problemas, es importante llegar con soluciones. Si quieres progresar al siguiente nivel; ¡piensa como piensan los de ese nivel! ¿De verdad quieres desperdiciar tu tiempo en rumores de pasillo o en quejas del señor gruñón del almacén? El jefe sabe de esas cosas.

Sé como Winston Wolf ¡resuelve problemas!

La queja nunca es una solución, pero es un primer paso.

Al expresar tus preocupaciones, puedes identificar las áreas problemáticas, pero ¡llega con propuestas! Puede ser una herramienta valiosa para abordar un problema no identificado para pasar a la acción.

Lo ideal es que plantees un diagnóstico de manera rápida y pases a las causas del problema y las alternativas de solución. De esas opciones revisa con tus compañeros las ventajas y desventajas de cada una de ellas. Pregunta a tu jefe ¿qué opina de ellas? ¿qué otras opciones ve?

La queja suena a negatividad y cierra la creatividad. Conviértete en alguien que abre posibilidades, que permite que las cosas fluyan. Sé alguien que pueda decir “resuelvo problemas” y la otra persona diga “eso he oído”.

En resumen.

• Enfócate en la solución, no en el problema, eso te va a distinguir y además te dará más energía. Te transformarás en alguien positivo y la gente querrá estar cerca de ti.
• Empieza por preguntarte ¿Como si se puede [resolver esto]? Abre las posibilidades, de momento no te ancles a lo que existe, estás en la etapa de creación de ideas, las restricciones vienen solas.
• Ve la queja solo como un primer paso, el de elaborar un diagnóstico y pasa al siguiente que es el que cuenta. Considera que todos los problemas son diferentes en tiempo y circunstancia, aprovecha la experiencia de los demás.
• Sé como Winston Wolf y date a conocer por resolver problemas. 
• La gente exitosa se queja menos y actúa más.