Sacúdete el pesimismo, sé el próximo jefe (evita el triple error).

Los líderes no nacen, se hacen.

Una cosa es el talento y otra la dedicación para desarrollarlo.

Bill Gates no planeó ser uno de los hombres más ricos del mundo, renunció a estudiar una carrera porque vio una oportunidad en el nacimiento de las computadoras personales. Dedicó largas horas de la noche programando para lograrlo. Basó su éxito en su habilidad nata para programar computadoras.

El resultado fue consecuencia de un proceso. Creer que los negocios tocaron a su puerta es una falsa creencia.

Triple error.

Muchas personas creen que las cualidades de líder se heredan, eso es un triple error, que los lleva al desánimo y el pesimismo.

Tener esa mentalidad es subestimar el esfuerzo de las personas que han llegado ahí.

¡Echarle la culpa a la genética es una gran irresponsabilidad! Es renunciar a las cualidades que te vienen de manera natural, a dejarlas de desarrollar.

Esa actitud te lleva a la pasividad, a la espera de ser promovido.

Otro grupo de personas esperan a que les llegue suerte, a "que se den las circunstancias", por ejemplo: que el jefe renuncie o sea promovido y ellos sean escogidos al nuevo puesto, por antigüedad o por simpatía con su reporte directo.

De ejecutor a transformador. ¿Qué hacer en su lugar?

Revisa tus cualidades prácticas. Eje de líder ejecutor*

Revisa tus cualidades personales. Eje del líder transformador, tus virtudes.

Básate en tus habilidades que te vienen de manera innata, como el carácter y talento para la labor que desarrollas diariamente.

No cumplas con tu trabajo, ¡rebasa expectativas!

9 acciones concretas para desarrollar carácter y habilidad:

- Comparte ideas.

"El sol sale para todos", ten mentalidad de abundancia, la gente se dará cuenta de tu creatividad y generosidad.

- Ofrece ayuda.

Demuestra tu capacidad. ¿Eres bueno para hacer esa presentación? ¿Conoces mejor que nadie a los clientes? ¿Encuentras tendencias antes que los demás en los números?

- Documenta tu trabajo.

La retroalimentación que has recibido y cómo has mejorado. Los proyectos que has realizado y los números que sustentan los resultados de los mismos. Puedes acudir a esta información cuando se presente la oportunidad de un puesto que te interesa.

- Asegúrate de tener las herramientas y consigue un mentor.

Es la mejor manera de evitar errores graves y acortar el camino a tus metas relevantes.

- Evita distracciones.

Reserva la energía para hacer lo que realmente importa, enfócate en los procesos clave para los resultados relevantes. 

- Ten claridad de tu propósito.

Alinea tus acciones diarias a esa meta y la forma en la que el trabajo te ayuda a realizarte.

- Desarrolla mentalidad de crecimiento.

Donde el fracaso implica aprendizaje, porque estás saliendo de una zona cómoda. Deja de compararte.

- Aprendizaje continuo.

Para mejorar todo el tiempo, lo mejor es cuidar nuestros hábitos. Nosotros hacemos los hábitos y después ellos nos hacen a nosotros.

-No te limites a cumplir.

Las personas que avanzan son las que dan más de lo que se espera de ellas, eso es para gerentes y tú quieres ser un líder.

Haz uno cada día y verás la diferencia al cabo del tiempo.

Resumen:

No es fácil tener paciencia cuando el mundo parece injusto.

Avanzar es difícil, esos retos hacen la vida interesante.

El aumento de tus capacidades, a través de la dedicación, el tiempo y el enfoque en el proceso, te darán confianza y mayores competencias.

"Lo que obtienes al lograr tus objetivos no es tan importante como en lo que te conviertes al lograr tus objetivos". - Brian Tracy

La mejor manera de avanzar es ser quien eres. Copiar o pretender habilidades de alguien más es como la mosca en el pastel. No puede mejorarlo, pero puede echar a perderlo todo.

No complazcas a nadie, más que a tu conciencia.

Con confianza y mayores capacidades, serás imparable. Cultivando hábitos de mejorar diariamente, disfrutarás del trabajo en sí mismo, más allá de buscar los resultados en el momento.

La actitud y esfuerzo se notan. Avanzar, tener mayores responsabilidades y ser un líder efectivo y con influencia en las decisiones será un resultado de sacudirse el pesimismo y pensar que se nace para líder.

Preguntas de reflexión:

¿Te comparas constantemente con tus compañeros o jefes?

¿Conoces tus fortalezas de carácter y las habilidades que te distinguen en el trabajo y vida personal?

¿Qué acción concreta llevarás a cabo para sacudirte ideas negativas y cambiar tu conversación interna?